Su primer partido internacional fuera de Argentina fue en 1901, en Montevideo, contra la Selección de fútbol de Uruguay. Argentina. Está a cargo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), perteneciente a la Conmebol. Tras la decepcionante actuación de Argentina en la Copa América, donde el Valencia esperaba que se revalorizara el futbolista en vistas a un posible traspaso, el mediocentro argentino mostró su disposición a incorporarse cuanto antes, sabedor de que esta puede ser la temporada de su consagración o su adiós del Valencia, en caso de quedarse. Es el caso de Ever Banega, el internacional argentino del Valencia, que aparece en una fotografía que circula por las redes sociales vestido con la camiseta del Real Madrid, acompañado por unos familiares. Ever Banega, que llegó al Valencia acompañado por la estela de un vídeo que circulaba en las redes sociales en el que aparecía masturbándose, ha protagonizado algunos episodios de indisciplina dentro del vestuario valencianista y el club se ha planteado la posibilidad de venderlo, pero no a cualquier precio. Hace apenas un mes la marca Le Coq Sportif lanzó la colección Legends, precisamente, con la camiseta conmemorativa Maradona en el Mundial de México 86, ya a la venta, 35 años después del año en que vimos ‘La mano de Dios’.
Treinta años después de ese Argentina-Inglaterra, la camiseta N°10 azul luce tan intacta como el mito. Diego entiende y acepta sin pronunciar palabra, «hace un gesto como de rezo en agradecimiento», se quita la número 10 azul y la cambia por la 18 blanca de Hodge. Cuando lo tiene a unos cinco metros, Hodge le hace una seña: tironea del pecho su camiseta con la mano derecha. Intenta acercarse hacia donde está Maradona, pero con Chris Waddle (N°11) apenas llega a darle la mano y le desea suerte. El inglés, aún masticando la bronca por la eliminación, se topa con Maradona, que tras el pandemónium camina inexplicablemente solo por el túnel hacia el vestuario. Después de que se decretara el final del partido, el propio jugador declaró que ese tanto era resultado «un poco de mi cabeza y otro poco de la mano de Dios», dando así nombre a la jugada. Ese premio a cambio del pase involuntario en el gol de la Mano de Dios va directo al bolso de un Hodge que se sienta en un rincón del vestuario inglés y cae en la cuenta del engaño: «Se salió con la suya, fue clara la mano desde donde yo estaba», grita el entrenador, camiseta mexico Bobby Robson.
De apuro, el vecino entra a la casa de Hodge, sube al altillo, la descuelga de la percha, la empaqueta en un sobre grande y se lo entrega en mano al empleado del servicio de mensajería que contrató la productora para traer desde Nottingham la camiseta de Maradona. En el segundo que anotó ese día, bautizado como ‘el gol del siglo’, Maradona hizo un slalom desde el centro del campo, driblando a todos los rivales ingleses que intentaron detener su avance, hasta plantarse frente al portero y regatearle para marcar a placer. La entrevista se extiende unos minutos en el campo de juego («realmente no recuerdo si me preguntó por la mano, aún no me había dado cuenta de cómo había sido el primer gol», dice Hodge), entonces vuelve, minutos después, solo, al vestuario. Las anécdotas con la camiseta N°10 lo llevan a Hodge a publicar, en 2010, su biografía con el título Steve Hodge, el hombre con la camiseta de Maradona. Parado frente a la vitrina, con mucha diplomacia, el coordinador de las colecciones del museo, Nick Jones, cuenta que «aunque aquí es recordado por The Hand of God, los fanáticos del fútbol vienen a ver la camiseta de Maradona».